El moderno estadio de San Juan es un escenario deportivo con capacidad para 25.000 espectadores y fue formalmente inaugurado el 16 de marzo pasado, cuando la selección argentina, integrada para la ocasión con jugadores del medio local, venció a Venezuela 4-1.
Será sede de tres partidos en la Copa América: Uruguay-Perú y Chile-México, ambos el 4 de julio por el Grupo C, y un cruce de octavos de final, previsto para el 17 de julio.
El predio de 18 hectáreas, donde el estadio de fútbol ocupa algo más de dos, se ubica en la localidad de Pocito, a unos seis kilómetros al sur de la capital de San Juan, sobre el costado Este de la ruta 40, entre las calles 6 y 7, y está dividido en cuatro sectores con estacionamiento privado.
Por su diseño, el estadio está concebido con el concepto de “cancha caliente”, con una gran cercanía del público con el campo de juego, al punto que entre la línea de cal y las tribunas tiene sólo seis metros en los costados y 11 metros detrás de los arcos.
Además, el 50% de las gradas se ubica bajo el nivel del terreno, lo cual representa una enorme ventaja respecto de los convencionales, ya que facilita la evacuación del estadio y ofrece mejor performance en una ciudad afectada permanentemente por movimientos sísmicos.
Las modernas instalaciones están distribuidas en cinco pisos, con ascensores en el sector de plateas, palcos y sector de prensa que se ubica en el nivel más alto, con espacio para 250 periodistas y la iluminación tenía previsto originalmente 1200 lux, para garantizar una buena visibilidad, pero ya se le agregaron otros 800 lux para permitir la televisación en HD.
La obra fue construida la empresa Petersen, del Grupo Petersen, Thiele y Cruz, con un contrato de ejecución de 86.557.600 pesos.
El estadio fue proyectado para que cumpla con las exigencias de la AFA y la FIFA para disputar encuentros de nivel nacional e internacional, pensando en albergar a la Copa América.
Las tribunas son prefabricadas, el palco oficial posee asientos y el resto son gradas; además se dejaron hechas las previsiones para adicionar el techo en una segunda etapa.
El campo de juego cuenta con riego por aspersión y un sistema especial de drenaje. Posee accesos diferenciados para autoridades, hinchada visitante, hinchada local y delegaciones de jugadores, que son lo suficientemente amplios para garantizar una evacuación rápida en caso de siniestro.
A la vez que hay un doble juego de vestuarios que permiten albergar jornadas con dos encuentros.
Este nuevo estadio, después de la Copa América, será utilizado por los equipos sanjuaninos San Martín y Sportivo Desamparados para recibir a sus visitantes en los torneos nacionales que disputan, y tiene previsto un desarrollo de más canchas para otros deportes que se irán completando con el tiempo.
Su historia se remonta al 5 de junio de 2007, cuando en la inauguración de la primera etapa del Centro Cívico, el entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner, se comprometió a concretar la obra ante el pedido público del gobernador de San Juan, José Luis Gioja.
Kirchner dijo en aquel momento: “Estamos dispuestos a compartir el esfuerzo de llevar el proyecto y la construcción del estadio que se merecen los sanjuaninos”, pero puso como condición que los sanjuaninos tengan “ojito cuando venga Racing”, en referencia al club de sus amores.
En la inauguración de la cancha, el gobernador Gioja recordó aquel episodio y aseguró: “Ahora el deporte de San Juan lo merece” y que “cuando está de moda hablar de lo negativo, en esta provincia nos arremangamos, trazamos objetivos y los cumplimos”.
Será sede de tres partidos en la Copa América: Uruguay-Perú y Chile-México, ambos el 4 de julio por el Grupo C, y un cruce de octavos de final, previsto para el 17 de julio.
El predio de 18 hectáreas, donde el estadio de fútbol ocupa algo más de dos, se ubica en la localidad de Pocito, a unos seis kilómetros al sur de la capital de San Juan, sobre el costado Este de la ruta 40, entre las calles 6 y 7, y está dividido en cuatro sectores con estacionamiento privado.
Por su diseño, el estadio está concebido con el concepto de “cancha caliente”, con una gran cercanía del público con el campo de juego, al punto que entre la línea de cal y las tribunas tiene sólo seis metros en los costados y 11 metros detrás de los arcos.
Además, el 50% de las gradas se ubica bajo el nivel del terreno, lo cual representa una enorme ventaja respecto de los convencionales, ya que facilita la evacuación del estadio y ofrece mejor performance en una ciudad afectada permanentemente por movimientos sísmicos.
Las modernas instalaciones están distribuidas en cinco pisos, con ascensores en el sector de plateas, palcos y sector de prensa que se ubica en el nivel más alto, con espacio para 250 periodistas y la iluminación tenía previsto originalmente 1200 lux, para garantizar una buena visibilidad, pero ya se le agregaron otros 800 lux para permitir la televisación en HD.
La obra fue construida la empresa Petersen, del Grupo Petersen, Thiele y Cruz, con un contrato de ejecución de 86.557.600 pesos.
El estadio fue proyectado para que cumpla con las exigencias de la AFA y la FIFA para disputar encuentros de nivel nacional e internacional, pensando en albergar a la Copa América.
Las tribunas son prefabricadas, el palco oficial posee asientos y el resto son gradas; además se dejaron hechas las previsiones para adicionar el techo en una segunda etapa.
El campo de juego cuenta con riego por aspersión y un sistema especial de drenaje. Posee accesos diferenciados para autoridades, hinchada visitante, hinchada local y delegaciones de jugadores, que son lo suficientemente amplios para garantizar una evacuación rápida en caso de siniestro.
A la vez que hay un doble juego de vestuarios que permiten albergar jornadas con dos encuentros.
Este nuevo estadio, después de la Copa América, será utilizado por los equipos sanjuaninos San Martín y Sportivo Desamparados para recibir a sus visitantes en los torneos nacionales que disputan, y tiene previsto un desarrollo de más canchas para otros deportes que se irán completando con el tiempo.
Su historia se remonta al 5 de junio de 2007, cuando en la inauguración de la primera etapa del Centro Cívico, el entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner, se comprometió a concretar la obra ante el pedido público del gobernador de San Juan, José Luis Gioja.
Kirchner dijo en aquel momento: “Estamos dispuestos a compartir el esfuerzo de llevar el proyecto y la construcción del estadio que se merecen los sanjuaninos”, pero puso como condición que los sanjuaninos tengan “ojito cuando venga Racing”, en referencia al club de sus amores.
En la inauguración de la cancha, el gobernador Gioja recordó aquel episodio y aseguró: “Ahora el deporte de San Juan lo merece” y que “cuando está de moda hablar de lo negativo, en esta provincia nos arremangamos, trazamos objetivos y los cumplimos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario